LA GLORIA DE LA NATURALEZA
-.Los lugares que he visitado, las piedras que he tocado y los arroyos que mojaron mis pies, son el templo natural al que llevo mis plegarias y traigo mi agradecimiento a Dios.-
domingo, 7 de marzo de 2021
domingo, 18 de octubre de 2020
El cóndor
En la cumbre de un
cerro, un cóndor con severa y majestuosa mirada oteaba su entorno hacia arriba,
el cielo.-
El rey sol, que todo
lo puede sobre la humanidad con sus rayos dando vida y en ocasiones dando
muerte,
con su luz; un proceso
llamado fotosíntesis (según los hombres), hace crecer las plantas y todo ser
viviente realza su existencia bajo su suave calor.-
Allá abajo, en la tierra;
dijo el cóndor: -¡Todo fue creado para el bien del hombre! ¡Qué pequeños son! En verdad, los cóndores
somos pocos y nuestra capacidad se limita a vivir, comer, reproducirnos, volar
y vivir en lo alto en
donde las
incongruencias y fatales consecuencias de las malicias, envidias y el deshonor etc.,
no nos alcance.-
Hemos visto guerras donde
el hombre, a quien se dio potestad, mata a su semejante con indiferencia y desamor,
destruye con odio, avaricia y rencor, poniendo en sus labios la palabra honor
el nombre de Dios , llenando discursos de honras obtenidas y cubriéndose con
manto de una piedad fingida.
¡Cuánta miseria cuánto
dolor!
Allí abajo, corren
animales bestias según la mente humana.
Pero,-observó el
cóndor,” Esos al igual que yo, son perseguidos por los otros de los que ya hice
mención.
Mientras las madres
cuidamos a los hijos, buscamos
alimentos.”
Los humanos dirán,”
Estas aves carroñeras matan al ganado! “Si! Pero no por demás ni por intereses
egoístas, sólo por sobrevivir.
Estamos en otra esfera
.dónde no hay arados, máquinas que podamos manejar.
Nuestras limitaciones
como animales nos llevan a cazar y proveer. Amamos así a nuestras crías.
El hombre es cruel; mata por obtener más de las cuales sabe
que a su fin sólo necesitará una sepultura.-
Ese es el final del
hombre. Nadie hace por nadie nada.
Nada obtendrá cuando
pase el velo que tanto añora pasar.
Porque yo también
algún día pasaré y en mi esfera tendré que dar cuenta al Señor de los Cielos
que todo lo creó.-
Gloria Palermo (2010)
sábado, 17 de octubre de 2020
domingo, 11 de octubre de 2020
sábado, 1 de septiembre de 2018
Desmenuzar tus cejas en la pantalla;
Haciendo del trabajo una batalla;
Por lograr indexar aquellos nombres.-
Y las horas pasan ahora la batalla es contra el sueño;
Suenan las dos, y las tres de cualquier mañana;
Apaga la computadora, despereza su cansada espalda
Y con paso cansino y a desgano….se va a la cama.-
El día amanece del todo cuando apenas;
Si conciliaba el sueño aquella dama;
Pero feliz se levanta, se asoma a la ventana;
Al tiempo que un colibrí se posa en una rama.-
No cuentas las horas en tu alma; no indexas en vano tú lo sabes;
Y muchas veces te distingo en la penumbra;
cuando tu belleza espiritual …
llega antes que tu sombra.-
H.A.P.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
LO EFIMERO DE NUESTRA VIDA
Si pudiésemos tener conciencia de lo efímera de nuestra vida,
tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades
que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.
Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo.
Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores
que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo,
tranquilas, vividas, se entregan al viento.
Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo
estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores
que fueron plantadas a nuestro alrededor.
Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros.
Nos entristecemos por cosas pequeñas y perdemos un tiempo precioso.
Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar,
y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio.
No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón
porque algo en nosotros impide esa aproximación.
No damos un beso cariñoso “porque no estamos acostumbrados a eso”
y no decimos lo que nos gusta porque pensamos
que el otro sabe automáticamente lo que sentimos.
Y pasa la noche y llega el día; el Sol nace y adormece,
y continuamos siendo los mismos. Reclamamos lo que no tenemos,
o que no tenemos lo suficiente. Cobramos. A los otros.
A la vida. A nosotros mismos. Y nos consumimos,
comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más.
Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos?
Eso haría una gran diferencia!
Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos.
Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa.
Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás.
Y entonces nos preguntamos: ¿Y ahora?
Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa;
de dar un abrazo amigo; de decir una palabra cariñosa;
de agradecer por lo que tenemos.
Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar,
para decir una palabra gentil, para hacer un cariño.
No mires para atrás. Lo que pasó, pasó.
Lo que perdimos, perdimos. Mira hacia adelante!
Todavía hay tiempo de apreciar las flores
que están enteras a nuestro alrededor.
Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida,
que aunque efímera, aún está en nosotros.
“Todo es efímero como el arco iris”.
Virginia Woolf
viernes, 16 de noviembre de 2012
Los miembros de cierta tribu del África occidental cuentan la leyenda de la doncella celestial:
Sucedió una vez que la gente de la tribu notó que sus vacas producían menos leche que antes. Y no se explicaba
"¿Quién eres?" -le preguntó-.
Ella le explicó que era una doncella celestial, miembro de una tribu que vivía en el cielo y no tenían con que alimentarse. De modo que le habían encargado que bajara a la tierra de noche y recogiera comida. Le rogó que la liberara de la red, y ella haría lo que él le pidiera... El hombre pensó un poco y luego le respondió que la liberaría sólo si ella accedía a casarse con él.
"Me casaré contigo", dijo la doncella, "Pero debes dejarme ir a mi casa por tres días a prepararme". "Después volveré y seré tu esposa". Él estuvo de acuerdo. Tres días después, la doncella regresó, portando una caja grande. "Seré tu esposa y te haré muy feliz", le dijo al joven, "pero debes prometerme que nunca mirarás lo que hay dentro de esta caja".Durante varias semanas, fueron muy felices juntos. Hasta que un día, mientras su esposa estaba ausente, el hombre fue dominado por la curiosidad y abrió la caja. No había nada en ella. Cuando la mujer regresó, vio que su marido la miraba con una mirada extraña y le dijo:
"¿Miraste dentro de la caja, no es cierto? Pues entonces no puedo seguir viviendo contigo".
"¿Porqué?" preguntó el hombre, "¿qué hay de terrible en que mire el interior de una caja vacía?".
"No te abandono porque hayas abierto la caja. (De todos modos, supuse que lo harías)... Te abandono porque dijiste que estaba vacía. No lo está; está llena de cielo. Contiene la luz y el aire y los olores de mi casa en el cielo. Cuando volví allá por última vez, llené la caja con todo lo que había de más precioso, para recordar siempre de dónde provengo. ¿Cómo puedo ser tu esposa si lo que para mí es más precioso, para ti no es nada?".
¿¿¿Cómo valoramos a nuestros seres queridos??? A veces no entendemos lo que es importante para ellos, cuál es el tesoro interior de cada uno, qué es lo que guardan en sus cajas...!
Karen F. (Uruguay)