jueves, 22 de marzo de 2012

Cartas de José Smith a su esposa Emma Smith de Diario Para Mahana - Bitácora de Vuelo, el jueves, 22 de marzo de 2012 a la(s) 5:22 · Carta a Emma Smith, fechada el 6 de junio de 1832, desde Greenville, Indiana: “Casi todos los días he ido a un bosque que hay detrás del pueblo, donde pueda estar aislado de los ojos de cualquier ser mortal y volcar allí todos los sentimientos de mi corazón en meditación y en oración. He rememorado todos los momentos pasados de mi vida y he tenido que sentir dolor y derramar lágrimas por mi insensatez en permitir que el adversario de mi alma tuviera tanto poder sobre mí como lo ha tenido en tiempos pasados. Pero Dios es misericordioso y ha perdonado mis pecados, y me regocijo porque Él envía al Consolador a todos los que creen y son humildes ante Él… “Trataré de contentarme con lo que me toca, sabiendo que Dios es mi Amigo. En Él hallaré consuelo. He puesto mi vida en Sus manos y estoy preparado para ir cuando me llame. Deseo estar con Cristo. Mi vida no tiene valor para mí, [excepto] para hacer Su voluntad” Carta a Emma Smith, fechada el 4 de junio de 1834, desde la ribera del río Misisipí, en la parte occidental de Illinois; el profeta José viajaba con el Campo de Sión: “De vez en cuando nuestros pensamientos se concentran con ansiedad inexpresable en nuestras esposas y nuestros hijos —los familiares en la carne que llevamos en el corazón—, y también en nuestros hermanos y amigos… Diles a mi padre y a toda la familia, y al hermano Oliver [Cowdery], que se reconforten y contemplen con expectativa el día en que las pruebas y tribulaciones de esta vida llegarán a su fin, y todos podremos disfrutar de los frutos de nuestras labores si nos mantenemos fieles hasta el fin, lo cual ruego sea el feliz destino de todos nosotros” Carta a Emma Smith, fechada el 4 de noviembre de 1838, desde Independence, Misuri, donde se encontraba prisionero: “Apreciada y amada compañera de mi corazón en la tribulación y en la aflicción, quiero decirte que me encuentro bien y que todos nosotros estamos de buen ánimo con respecto a nuestra condición… Siento gran ansiedad por ti y por mis hermosos hijos. Mi corazón se conduele y sufre por los hermanos y hermanas, y por los del pueblo de Dios que han sido muertos… No sé qué hará Dios por nosotros, pero tengo esperanzas de que siempre sea lo mejor en todas las circunstancias. Aunque tenga que morir, confiaré en Dios. Ignoro las crueldades que pueda cometer el populacho, pero creo que se refrenarán poco o nada. ¡Ah! Que Dios tenga misericordia de nosotros… Él ha salvaguardado a algunos de nosotros hasta ahora; quizás nos extienda un poco más de Su misericordia todavía… “En la situación en que me encuentro, no puedo saber mucho con certeza y sólo puedo orar por la liberación hasta que la reciba, y enfrentar lo que venga con paciencia y fortaleza. Espero que seas fiel y verídica a todo lo que se te ha confiado. No puedo escribir mucho en esta situación. Atiende todos los asuntos según lo requieran tus circunstancias y necesidades. Que Dios te dé sabiduría, prudencia y sensatez, lo cual no tengo ninguna duda que [tendrás]. “Esos pequeñitos son continuamente objeto de mis meditaciones. Diles que su papá todavía está vivo. Que Dios me conceda volver a verlos. Oh, Emma… No me abandones ni dejes de lado la verdad, sino tenme presente en tu recuerdo; si no vuelvo a verte en esta vida, conceda Dios que nos encontremos en el cielo. No puedo expresar mis sentimientos; mi corazón rebosa. Adiós, mi bondadosa y cariñosa Emma. Soy tuyo para siempre, tu esposo y amigo fiel” Carta a Emma Smith, fechada el 12 de noviembre de 1838, desde Richmond, Misuri, donde estaba encarcelado: “Dile al pequeño Joseph que debe ser un buen niño, que su papá lo ama con un amor perfecto; él es el mayor y no debe hacer daño a los que son más chicos que él, sino confortarlos. Dile al chiquito Frederick que papá lo quiere con todo su corazón; es un niño muy lindo. Julia es una criatura encantadora y también la amo; es una niña que promete mucho. Dile que papá quiere que lo recuerde y que sea una niña buena. Diles a los demás que pienso en ellos y oro por todos ellos… El pequeño Alexander está en mis pensamientos constantemente. Ah, mi afectuosa Emma, quiero que te acuerdes que soy por siempre un amigo verdadero y fiel para ti y los niños. Mi corazón está entrelazado con el tuyo para siempre jamás. ¡Oh!, que Dios los bendiga a todos, amén. Soy tu esposo, que está en grilletes y atribulado” Carta a Emma Smith, fechada el 12 de noviembre de 1838, desde Richmond, Misuri, donde se encontraba prisionero: “Recibí tu carta, que he leído una y otra vez, y que ha sido un regalo dulce y preciado para mí. ¡Oh!, que Dios me dé el privilegio de ver una vez más a mi encantadora familia, gozando de la bendición de la libertad y la vida social; el estrecharlos contra mi pecho y besar sus amadas mejillas me llenaría el corazón de inefable gratitud. Di a los niños que estoy vivo y que confío en que pronto podré ir y verlos. Reconfórtales el corazón todo lo que puedas, y trata de consolarte tú misma todo lo posible…“ PD. Escríbeme tan seguido como puedas y, si te es posible, ven a verme y, si puedes, trae a los niños. Haz lo que esté de acuerdo con tus propios sentimientos y tu sentido común, y esfuérzate por sentir consuelo, si es posible; y confío en que todo resultará bien. Carta a Emma Smith, fechada el 21 de marzo de 1839, desde la cárcel de Liberty, Misuri: “Mi amada Emma, conozco bien los trabajos por los que pasas y me conduelo contigo. Si Dios me permite una vez más vivir para tener el privilegio de cuidar de ti, aliviaré tu preocupación y me esforzaré por consolar tu corazón. Quiero que cuides a la familia lo mejor que puedas. Sé que harás todo lo posible. Me apesadumbró saber que Frederick estaba enfermo, pero confío en que ya esté bien, y todos ustedes también. Quiero que te des tiempo para escribirme una carta larga y contarme todo lo que puedas, incluso si el viejo Major [el perro] está todavía vivo, y qué dicen esos chiquillos que se te cuelgan del cuello… Diles que estoy en la prisión para que su vida pueda salvarse… “Dios gobierna todas las cosas de acuerdo con Su propia voluntad. Mi confianza descansa en Él. La salvación de mi alma es de extrema importancia para mí en vista de todo lo que sé con certeza de las cosas eternas. No importa si el cielo demora su intervención. Yo debo llevar mi [alma] a puerto seguro, y eso intento hacer. Quiero que tú hagas lo mismo. Tuyo por siempre” Carta a Emma Smith, fechada el 4 de abril de 1839, desde la cárcel de Liberty, Misuri: “No quiero que permitas que los pequeñitos me olviden. Diles que papá los ama con amor perfecto, y que está haciendo todo lo posible por huir de la chusma a fin de poder volver a ellos. Enséñales [a los niños] todo lo que puedas, para que tengan una mente desarrollada. Sé tierna y bondadosa con ellos; no te irrites fácilmente, sino escucha sus deseos. Diles que papá dice que deben ser buenos y obedecer a mamá. Mi querida Emma, tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros de mantenerte honorable y serena ante ellos, y de enseñarles las cosas buenas, a fin de formarles la mente para que desde el principio elijan caminos de rectitud y no se contaminen en su niñez viendo malos ejemplos” Carta a Emma Smith, fechada el 4 de abril de 1839, desde la cárcel de Liberty, Misuri: “Mi amada Emma, pienso en ti y en los niños constantemente… Quiero ver al pequeño Frederick, a Joseph, a Julia y Alexander, a Johanna [una huérfana que vivía con los Smith], y al viejo Major [el perro de la familia]. Y en cuanto a ti, si quieres saber cuánto deseo verte, examina tus sentimientos y piensa en cuánto deseas tú verme, y juzga por ti misma. Con gusto caminaría desde aquí descalzo, con la cabeza descubierta y medio desnudo para verte, y lo consideraría un gran placer y nunca pensaría que es un sacrificio… Sobrellevo con fortaleza toda mi opresión, y también lo hacen los que me acompañan. Ninguno de nosotros ha flaqueado todavía. Carta a Emma Smith, fechada el 9 de noviembre de 1839, desde Springfield, Illinois: “Estaré lleno de ansiedad constantemente por ti y los niños hasta que sepa algo de ti y, particularmente, del pequeño Frederick. Fue muy penoso dejarlo enfermo. Espero que veles por esos inocentes vástagos nuestros de la manera que corresponde a una madre y a una santa, y trates de cultivar su mente y [enseñarles] a leer y a ser sensatos. No los dejes exponerse al frío, porque pueden enfermar, y trata tú de descansar todo lo que puedas. Tenemos por delante un largo tiempo de soledad mientras dure mi ausencia… Sé paciente hasta que yo regrese, y haz lo mejor que puedas. No puedo escribir lo que deseo pero créeme, mis sentimientos hacia todos ustedes son los mejores” Dios es nuestro Amigo, y podemos confiar en Él en nuestros momentos de adversidad. ”Carta a Emma Smith, fechada el 20 de enero de 1840, desde el Condado de Chester, Pensilvania: “Me siento muy ansioso por verles a todos nuevamente en este mundo. Parece demasiado largo el tiempo en que me he visto privado de su compañía, pero con la ayuda del Señor, espero que no se prolongue mucho más… Estoy lleno de ansiedad constantemente y estaré así hasta que llegue a casa. Ruego a Dios que los proteja a todos hasta ese momento. Mi amada Emma, mi corazón está enlazado con el tuyo y con esos pequeñitos. Quiero que me recuerden. Di a todos los niños que los amo y que tan pronto como pueda estaré de regreso. Tuyo en los lazos del amor, tu esposo” Carta a Emma Smith, fechada el 16 de agosto de 1842, cerca de Nauvoo, Illinois; el profeta José se había escondido de sus enemigos: “Me tomo la libertad de ofrecerte mi sincero agradecimiento por las dos interesantes y consoladoras visitas que me has hecho durante mi situación casi de exilio. Las palabras no pueden expresar la gratitud de mi corazón por la amistad cálida y verdaderamente sincera que has manifestado al hacer esas cosas por mí. Desde que te fuiste, el tiempo ha pasado agradablemente hasta ahora; mi mente ha aceptado perfectamente mi destino, sea lo que sea… “Di a los niños que por ahora su padre está bien, y que está orando fervientemente al Dios Todopoderoso por su seguridad y por ti y por ellos. Dile a mi madre que todo irá bien para su hijo, ya sea en la vida o en la muerte; porque así lo dice el Señor Dios. Dile que la recuerdo en todo momento, así como a Lucy [la hermana de José] y a todos los demás. Todos deben tener ánimo… Tuyo con gran prisa, tu afectuoso esposo hasta la muerte, por toda la eternidad, para siempre jamás” (Texto tomado de las notas de mi séptima hija consentida, Carmen Guzman ♥) Efesios 5: 25 "Maridos, amad a vuestras esposas así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella" Me gusta · ·