domingo, 18 de octubre de 2020


 

El cóndor

 

En la cumbre de un cerro, un cóndor con severa y majestuosa mirada oteaba su entorno hacia arriba, el cielo.-

El rey sol, que todo lo puede sobre la humanidad con sus rayos dando vida y en ocasiones dando muerte,

con su luz; un proceso llamado fotosíntesis (según los hombres), hace crecer las plantas y todo ser viviente realza su existencia bajo su suave calor.-

Allá abajo, en  la tierra;  dijo el cóndor: -¡Todo fue creado para el bien del hombre!   ¡Qué pequeños son! En verdad, los cóndores somos pocos y nuestra capacidad se limita a vivir, comer, reproducirnos, volar y vivir en lo alto en

donde las incongruencias y fatales consecuencias de las malicias, envidias y el deshonor etc., no nos alcance.-

 

Hemos visto guerras donde el hombre, a quien se dio potestad, mata a su semejante con indiferencia y desamor, destruye con odio, avaricia y rencor, poniendo en sus labios la palabra honor el nombre de Dios , llenando discursos de honras obtenidas y cubriéndose con manto de una piedad fingida.

¡Cuánta miseria cuánto dolor!

Allí abajo, corren animales bestias según la mente humana.

Pero,-observó el cóndor,” Esos al igual que yo, son perseguidos por los otros de los que ya hice mención.

Mientras las madres cuidamos  a los hijos, buscamos alimentos.”

Los humanos dirán,” Estas aves carroñeras matan al ganado! “Si! Pero no por demás ni por intereses egoístas, sólo por sobrevivir.

Estamos en otra esfera .dónde no hay arados, máquinas que podamos manejar.

Nuestras limitaciones como animales nos llevan a cazar y proveer. Amamos así a nuestras crías.

El hombre es  cruel; mata por obtener más de las cuales sabe que a su fin sólo necesitará una sepultura.-

Ese es el final del hombre. Nadie hace por nadie nada.

Nada obtendrá cuando pase el velo que tanto añora pasar.

Porque yo también algún día pasaré y en mi esfera tendré que dar cuenta al Señor de los Cielos que todo lo creó.-

 

Gloria Palermo (2010)